En IB3, la cadena autonómica mallorquina, el nuevo equipo de gobierno ha encargado una auditoría externa para analizar el funcionamiento de los diversos departamentos de la televisión. Esto en sí no tendría nada de peculiar salvo por dos cosas. Primera, las preguntas realizadas a los responsables de esos departamentos han sido de este tipo: ¿De dónde eres? ¿Cómo es que llevando tanto tiempo en Mallorca no hablas catalán? ¿Qué te parece que a partir de ahora los contenidos se vayan a doblar al catalán? etc. Segunda, los auditores provenían de TV3, la televisión catalana.
_______________________
¿Son el valenciano y el mallorquín meros dialectos del catalán? ¿Es la lengua valenciana, en realidad, anterior a la catalana? ¿Es la redacción de una gramática catalana por Pompeu Fabra, ya en el s.XX, lo que ha otorgado, a posteriori, a valenciano y mallorquín la categoría de dialectos? Todo esta polémica fue zanjada por el brillante pensador mallorquín y pancatalanista Sebastián Alzamora con un ingenioso diagnóstico: "Si alguien está en contra de la unidad de la lengua catalana o es un imbécil o es un hijo de puta". Ahora, aturdido por los siglos de historia que sobrevuelan la acrópolis, o enfadado porque no se le ocurría ninguna gracia que poner en el libro de visitantes, ha realizado otro análisis sobre los españoles. Sólo puedo decir que envidio a los griegos porque no tienen a Sebastián Alzamora.
Comentarios